Si
tu pareja es infiel, si te ofende –o peor, si te ha golpeado-, si te
pide que te alejes de tus amigos o seres queridos, si no te considera ni
te respeta, estás en una relación dañina, por mucho que creas o trates
de justificar lo contrario.
La psicóloga Helena Lebrija describió
-en el sitio actitudfem.com- el proceso que se debería seguir con el
fin de dar término a una relación poco sana y no recaer. Aquí, recogemos
sus consejos:
1. Aceptación. Necesitas reconocer que has
estado en una relación codependiente con tu pareja. Más que una relación
de amor, hay una relación de necesidad excesiva del otro. Has perdido
tu libertad por centrarte y dedicar tu energía y esencia a la otra
persona.
2. Di adiós al ciclo vicioso. ¡No lo olvides! Es
muy importante que concientices y reconozcas el círculo vicioso que has
experimentado por mucho tiempo en tu relación. Tensión- maltrato-
reconciliación. Estás a tiempo de poner un alto y que no pase
desapercibida esta cadena enfermiza y desgastante para ti.
3. Prohibidas las justificaciones.
Probablemente, tu enganche principal hacia esa relación poco sana han
sido las múltiples justificaciones que haces de sus acciones: "Me gritó
pues tenía mucho estrés laboral... Finalmente el que se pusiera celoso
fue culpa mía... También entiendo que no le guste que me ponga esa ropa
pues llamo la atención". Después de las discusiones, pleitos y/o
agresiones, accedes al perdón. ¡No sigas haciéndolo!
4. No esperes que la otra persona cambie.
¿Sigues con la esperanza que algún día modifique su comportamiento? Una
frase dice: "La espera, desespera". Esperar a que tu pareja reaccione,
cambie actitudes y hábitos es enfocarte en el otro y no en ti. Recuerda
que el cambio y el control real debe estar en ti.
5. Suelta.
¿Tiendes a aferrarte al pasado, a las personas o a algunas situaciones,
aún cuando te hacen sufrir? Contacta tu interior, tu fuerza de voluntad
que te ayudará a decir: SOLO POR HOY. El soltar significa abrir tus
manos, dejar ir y liberarte. Este pensamiento te llenará de energía y
vitalidad para tener mayor contacto con la realidad. Renuévate en la
esperanza para creer de nuevo en ti.
6. Haz un cierre. ¡Proponte
dejar ir a esa persona! Es básico cerrar el círculo y elaborar el
duelo, viviendo y manejando adecuadamente tus emociones y sanando las
heridas. Trata de guardar y alejar todo objeto que te recuerde a tu ex.
Quita sus fotos, guarda sus regalos y ya no escuches canciones que te
recuerden a la relación. Todo esto simboliza un cierre o un tipo de
ritual que te permita seguir adelante. "El dolor es inevitable, el
sufrimiento es opcional".
7. No estás solo. Probablemente,
después de terminar tu relación, sientas soledad y desazón. Acuérdate
que en momentos difíciles los familiares y amigos pueden ser de gran
ayuda. ¡Comparte con ellos tu dolor! De esa forma, será más ligero tu
sufrimiento y te permitirá sentir el cariño y apoyo de quienes te
rodean.
8. Busca ayuda profesional. Una relación
codependiente o enfermiza se pude llegar a convertir en una nube gigante
que impide ver la luz. Reconocer que necesitas ayuda u orientación
sicológica para retomar las riendas de tu vida no es algo malo. Todo lo
contrario, en momentos se necesita a una persona objetiva con otra
perspectiva, que te brinde las herramientas para salir de ciertas
crisis. Puedes encontrar un grupo de autoayuda o una terapia individual.
¡Date la oportunidad!
9. Sé tu prioridad. ¡Eres lo más
importante! Viviste mucho tiempo enfocándote en otra persona. Es momento
de pensar en tus propias necesidades. Lo importante es que te sientas y
te veas bien. Empieza a disfrutar de aquello que no hacías, los
pequeños placeres que te da la vida: escápate unos días de vacaciones
(si puedes), anda al cine, lee un libro que te cautive, cómprate algo
que desees mucho. ¡CONSIÉNTETE!
10. Retoma el control de tu vida.
Seguramente, tu vida se había vuelto ingobernable: No decir ¡no!, no
decir lo que quieres, no estar en contacto con lo que necesitas, no
estar viviendo tu propia vida, crea ingobernabilidad. Es el momento de
vivir por ti y no por el otro. Retoma tu esencia, aprende de nuevo a
poner límites y preocúpate por ti. Por mucho tiempo te has abandonado.
Enfócate en aprender a cuidarte de una manera amorosa y sana.
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